miércoles, 25 de junio de 2008

en este invierno...

No cabe duda que el frío y la humedad influyen negativamente en el estado de salud de las personas, siempre que no tengan las defensas (equilibrio) necesarias para enfrentarlo
Aunque el frío, en sí mismo, no es causante de enfermedad, existen hábitos y conductas asociadas a las bajas temperaturas que aumentan el riesgo de enfermar. Asimismo, agentes de algunas enfermedades encuentran un huésped con menos defensas que en verano. Por otra parte, los cilios nasales, que pierden movilidad con el frío, permiten que los microorganismos penetren más profundamente en el organismo.

Algunos factores asociados al incremento de enfermedades del invierno son:

Contaminación intradomiciliaria: producida por los diferentes tipos de calefacción (parafina, leña o carbón). Esta situación se ve agravada por la falta de ventilación de las habitaciones y otros recintos cerrados.
Hacinamiento: la búsqueda de calor y la reticencia a exponerse al frío exterior, provoca la permanencia en ambientes cerrados, facilitando el contacto con personas enfermas o infectadas asintomáticas.
Humedad: las filtraciones, goteras, teteras encima de las estufas, secado de ropa al interior de las viviendas o vapores de cocinas mal ventiladas contribuyen a mantener la humedad dentro de las habitaciones, aumentando el riesgo de enfriamiento y provocando cambios bruscos de temperatura al salir al exterior.
Contaminación ambiental: su aumento en los meses de invierno, sumado a la contaminación intradomiciliaria, afecta principalmente a lactantes y niños pequeños

Para prevenir estas situaciones:

Ventile diariamente las habitaciones
Utilice preferentemente estufas eléctricas o a gas. Si no cuenta con éstas, cambie las mechas de las estufas a parafina cada invierno; encienda y apague siempre estufas a parafina en el exterior; cuide que las estufas no se apaguen solas en el interior de la vivienda y que no den olor; no las deje encendidas durante la noche y deje una ventana entreabierta para que salgan los gases.
Evite los ambientes con humo de cigarrillo
Limpie canaletas y caídas de agua antes del invierno. tape filtraciones del techo, paredes, puertas y ventanas.
Evite hervir teteras encima de las estufas. Mantenga cerrada y ventilada la cocina mientras prepara alimentos que produzcan vapor.
Evite aglomeraciones en ambientes cerrados, como centros comerciales, estadios cerrados, teatros u otros. En los colegios y escuelas, es importante que los niños salgan a recreo al exterior y aprovechar ese momento para ventilar las salas.
Evite el exceso de abrigo en ambientes calefaccionados o la falta de abrigo en la intemperie.
No queme basuras ni hojas, tanto en la calle como el las viviendas. No encienda chimeneas.
Riegue la vereda antes de barrerla. Para el aseo doméstico, utilice un paño húmedo y evite levantar polvo al barrer.
Concurra a lugares de gran contaminación ambiental sólo en casos de necesidad.
No visite enfermos con resfrío, gripe o neumonía
Si en su hogar hay un enfermo con gripe, lave bien sus manos después del contacto con éste.

1 comentario:

Anónimo dijo...

por eso no hay que quemar basura hojas , incendiar cosas etc